En el marco de la presentación de la Directiva Estratégica Militar, que establece los planes de corto, mediano y largo plazo de cara al próximo Plan de Capacidades Militares, se puntualizaron distintas iniciativas de planeamiento a aplicarse en poco tiempo y que posiblemente tengan un gran impacto en ineludibles necesidades que poseen las Fuerzas Armadas Argentinas en la actualidad.

Durante la jornada desarrollada la semana pasada y a la que Zona Militar pudo asistir, el General de Brigada Martin Lluch realizó una presentación mostrando uno de los ejes que viene avanzando el Estado Mayor Conjunto y se sitúa sobre la realidad de munición que deambula sobre el Ejército Argentino, la Armada Argentina y la Fuerza Aérea Argentina.

El plan, denominado PAMP (Plan de Adquisición de Munición Plurianual), se observa como un desarrollo de planificación muy ambicioso que buscar revertir décadas de perdida de capacidades en materia de insumos para los distintos sistemas de armas con los que cuenta el Instrumento Militar Argentino. Este plan, se enmarca actualmente dentro del proceso metodológico y práctico que ofrece el Ciclo de Planeamiento Militar que se viene desarrollando al menos desde el año pasado, con los primeros borradores de trabajo.

La intención del PAMP es directamente recomponer el poder de fuego de las Fuerzas Armadas Argentinas, atendiendo la importancia que tiene organizar una base de reserva de munición de distinto tipo para mantener capacidades bien alistadas y adiestradas. En esa línea, se pone la mirada en descontar que el concepto de sistemas de armas tiene una de las aristas mas importantes en la propia munición. Sin munición o armamento, no se puede hablar de sistema.

La problemática de los stocks de munición en las fuerzas armadas no es nuevo. Ya han sido diversos los comentarios a lo largo de las ultimas décadas, brindado tanto por el poder político como de la propia academia ligada al mundo de la Defensa Nacional, que sostienen que uno de los ámbitos más deteriorados por la falta de atención política y presupuestaria ha sido la restitución de stocks de munición; tanto de bajo calibre como de aquel más complejo y pesado. Frente a este derrotero dado en el tiempo, que implicó el uso de munición ligera y pesada sin la posibilidad de avanzar en licitaciones para adquirir nuevos stocks, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas viene trabajando en el PAMP con la intención de revertir definitivamente la situación.

El plan se aboca a un plazo de unos 10 años, estrictamente atado a las mediciones de corto, mediano y largo plazo que surjan del proceso de planificación estratégica. Dentro de este periodo se busca además ir adquiriendo material bajo diferentes criterios, tanto de tipo de material como de necesidades mas imperiosas. Ligado a esto, no solo se busca adquirir en el exterior el stock de munición, sino que con el paso del tiempo comenzar a proyectar en aquellos ámbitos nacionales la posibilidad de avanzar en el desarrollo y fabricación local. Tengamos en cuenta que uno de los preceptos del FONDEF es que exista algún tipo de derrame en los proyectos de inversión, que potencien las capacidades de I+D y de producción en serie en el país.

Otro punto central del próximo PAMP esta en su conexión con el propio FONDEF (Fondo Nacional de la Defensa). Este plan contempla constituirse como un subfondo con finalidad especifica puesta en la restitución de stocks de munición. Para ese fin, se estima que hasta un 10% del FONDEF pueda ser utilizado en esta dirección y de manera plurianual.

¿Cuáles son las prioridades del PAMP?

Dentro de el marco estratégico militar argentino, el cual fue catalogado por el Tte. Gral. Martin Paleo como «propia, ajustada a nuestra realidad y a nuestras posibilidades«, existen diferentes líneas de respuesta (cuestión que ahondaremos prontamente desde Zona Militar). La primera línea reactiva que tiene la Argentina se consolida con la Fuerza de Intervención Rápida (FIR), que se constituye por diversos esfuerzos provistos por todo el Instrumento Militar nacional y que tiene la función de ser la primera pared militar dentro de un conflicto afecte al país dentro del campo bélico.

La prioridad en el corto plazo del Plan de Adquisición de Munición Plurianual es abastecer a esta Fuerza de Intervención Tapida con los stocks necesarios de munición, con la idea de que la primera línea de defensa de la Argentina, dentro del planeamiento estratégico defensivo nacional tengo un importante grado de alistamiento y adiestramiento.

A su vez, el PAMP busca potenciar las necesidades de adiestramiento de todas las otras las unidades militares del país, luego de haber satisfecho los requerimientos de la orgánica que conforma la FIR. Por otro lado, también se busca ocuparse con otra necesidad imperiosa militar: dar una palmada al adiestramiento del nuevo personal que ingresa a las Fuerzas Armadas. El plan contempla brindar mayor cantidad de munición, de todo tipo de calibres, para darle masa al adiestramiento de los nuevos cuadros.

Posteriormente, en termino medio, se pasará a completar las reservas de munición de las otras unidades militares restantes, siempre bajo la lógica de la conjuntes y la unificación de criterios para el uso de distintos sistemas.

¿Cuáles son las lineas de munición contempladas?

Las lineas que propone el PAMP (Plan de Adquisición de Munición Plurianual), atado al FONDEF y que se destinará a las tres fuerzas, se enfocan en distintos plazos y necesidades, siendo las siguientes:

Munición de bajo calibre

9 mm
5,56 mm
7,62 mm
12,7 mm

Munición de mediano calibre para las 3 fuerzas

20 mm Antiaérea
20 mm para VC
20 y 30 mm AA
35 mm AA

Munición naval

40 mm
76 mm
122 mm
torpedos antisubmarinos

Misiles y bombas

misiles navales superficie-superficie
misiles superficie-aire
misiles AA
misiles tierra-aire
bombas guiadas y no guiadas

En una próxima entrega desarrollaremos que sistemas nuevos están asociados a este planeamiento militar argentino.

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