Luego de arduas negociaciones y una dura pulseada con el Ministerio de Economía, el Gobierno anunciará esta semana la "ejecución a un proceso de jerarquización profesional y reordenamiento salarial" de las Fuerzas Armadas, lo que implicará en la práctica una equiparación de los sueldos de los militares con los de las fuerzas de seguridad.

Según consignaron a El Cronista fuentes de jerarquía del Ministerio de Defensa que lidera Jorge Taiana, la decisión del Presidente Alberto Fernández es anunciar el próximo jueves, en la cena anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, la equiparación salarial que está contemplada en el proyecto de presupuesto 2023 que envió el Poder Ejecutivo al Congreso para su aprobación.

En la página 70 del proyecto de Ley de Presupuesto 2023 el Ministerio de Economía adelantó que "corresponde destacar que es un objetivo necesario reconocer al personal de las Fuerzas Armadas, entre otras razones por su profesionalidad, misiones y medio donde se desempeñan, (que) oportunamente se implementó un proceso de regularización salarial".

En consecuencia, el proyecto de ley sostiene que "es propósito del Gobierno Nacional reconocer y mantener una adecuada organización escalafonaria que responda a la capacidad, responsabilidad y dedicación del personal".

Y para ello se destacó que "en el ejercicio 2023, concluyendo con medidas de simplificación y transparencia salarial, se dará comienzo y ejecución a un proceso de jerarquización profesional y reordenamiento salarial que se hará efectivo con la periodicidad que establezcan las jurisdicciones responsables en participar de su implementación".

LAS PROYECCIONES

En el Ministerio de Defensa y en las Fuerzas Armadas expresaron a El Cronista que "hay satisfacción por el compromiso asumido en el Presupuesto 2023 de jerarquizar a las Fuerzas Armadas ya que ello tendrá como resultado la equiparación salarial anunciada por el ministro Taiana".

Se estima que el aumento con equiparación salarial sería del 50% y hay una posibilidad de se daría en tres tramos. Los detalles técnicos de su implementación son los que ahora están en estudio y a la espera de las últimas definiciones sobre el gabinete.

El aumento sería del 50% para equipara los salarios entre militares y fuerza de seguridad. Hay una posibilidad de que se concrete en tres tramos aunque aún trabajan en los detalles técnicos para implementarlo.

Actualmente los sueldos de bolsillo de los militares van de $45.000 a $50.0000 que cobra un marinero o soldado raso, a $240.000 que cobra un almirante o un general. Se estima que hay un total de 83.000 uniformados en las Fuerzas Armadas en la actualidad.

Sin entrar en detalle de todas las jerarquías, esa es la banda salarial que impera entre los castrenses, un escalafón inicial que está muy por debajo de los salarios de las fuerzas de seguridad nacional. Es que los salarios de un gendarme raso van de los $83.000 a los $308.000 que cobra un comandante general.

En el Gobierno reconocen que había preocupación por el retraso salarial en el sector militar. Ahora la idea es emitir un gesto concreto que sirva también como mecanismo de diferenciación con el gobierno de Mauricio Macri, quien amagó con avanzar en están misma línea y nunca pudo concretar la equiparación salarial de los militares con respecto a las fuerzas de seguridad.

 

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