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“Una pérdida o avería de un cilindro de 45 kilos de gas envasado” sería lo que produjo la explosión inicial y posterior incendio en la pollería de Oriente que terminó con la vida de una mujer y cuya onda expansiva afectó a varias edificaciones en un radio de cien metros.
A la espera del dictamen oficial que eleven los peritos de la Policía Científica, quienes arribaron desde Bahía Blanca hacia la escena del desastre en la Avenida San Martín – entre Lucio V. López y Santamarina – no se logró aún establecer si la empleada fallecida prendió alguna hornalla o encendió la luz en medio de esa fuga de gas.
“Hay que periciar los cilindros que estaban ahí. Ese que explotó y dos más para ver si tenían la prueba hidráulica correspondiente o si presentaban alguna otra situación por la cual se produjo la filtración”, indicó una fuente policial calificada a Telefe Noticias.
Los restos de la trabajadora, identificada como Laura Pozos (46), fueron retirados cerca de las 12:30 y trasladados a la morgue judicial para la realización de la correspondiente autopsia.
Si bien resta también el informe oficial de la necropsia, la conclusión preliminar de los forenses, en ese marco, arrojó “una muerte traumática” de la empleada. La misma se produjo por “inhalación de monóxido de carbono”.
De esta forma, estiman que el calcinamiento ocasionado durante las profusas llamas fue “posterior a su fallecimiento”.
En la edificación donde funcionaba la pollería se produjo un derrumbe donde varios escombros y materiales quedaron diseminados por la zona.
La onda expansiva del estallido conmocionó a todo el pueblo del partido de Coronel Dorrego, ya que dañó comercios y viviendas ubicadas en ambas manos de la cuadra.