Política | Policiales | Deportes | Interés | Gremiales | Sociales | Culturales | Educación | Whatsapp | Nacionales | El Mundo | Regionales | Religión | Economía | Salud | Edictos | Clima | Feriados 2024 | Diarios Nacionales | Videos
Ayer durante tarde, tras una demora en el horario de arribo previsto originalmente, la fragata ARA “Libertad” culminó su 50° Viaje de Instrucción.
El navío, al mando del Capitán de Navío Carlos Pedro Schavinsky Trinchero, que había iniciado su itinerario el 30 de abril, tomó puerto en el Apostadero Naval Buenos Aires del puerto metropolitano donde se vivió un clima muy emotivo con la presencia de familiares, amigos y seres queridos de los más de trescientos tripulantes que llegaron a bordo de la Embajadora de los Mares.
Los acordes de la Banda de Música del Estado Mayor General de la Armada acompañaron durante el tiempo de espera. Entre los familiares se encontraba María Rosa, madre de la Teniente de Navío Evangelina González, quien viajó desde la ciudad entrerriana de Concordia: “Estoy muy ansiosa por verla porque verdaderamente la extrañé, y eso que estuvimos siempre en contacto, pero no es lo mismo tenerla cerca que tenerla navegando a miles de kilómetros”, expresó y agregó: “Me llena de orgullo que nos represente en la fragata y para ella es una experiencia única”.
Cuando se comenzó a divisar a la altura del Yacht Club Argentino la figura del emblemático navío, escoltado por numerosos veleros, los rostros de los presentes, muchos de ellos provenientes de diferentes provincias del interior del país, evidenciaron la ansiedad por concretar el tan esperado encuentro.
Las banderas argentinas y carteles de bienvenida tiñeron de color el Apostadero Naval, a los que se sumaron las sirenas de los buques de la Armada amarrados en las proximidades y los incesantes aplausos de quienes esperaron durante horas, convirtiendo en una fiesta el momento en que la fragata ingresaba hasta que, finalmente, tomó amarras ante la presencia de autoridades y el público presente.
La abuela del Alférez Jorge Luis Marker, invitado de la Fuerza Aérea Argentina, esperaba a su nieto quien regresaba de “un viaje de ensueño”, como él lo denominó. “Estamos todos muy orgullosos porque se esfuerza mucho y llegó a ser abanderado”, destacó. “Miraba esta mañana la televisión y no veía la hora de que llegue mi nieto”, expresó su abuela Yolanda emocionada.
Tras el saludo protocolar de las autoridades, encabezadas por el Subjefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Eduardo Antonio Traina, finalmente los tripulantes pudieron desembarcar y concretar el tan esperado encuentro luego de meses de ausencia.
Finalizado el Viaje de Instrucción, la Guardiamarina en Comisión Natalia Lagartera, de la Promoción 151°, reflexionó: “Nosotros llegamos a principio de año con lo que conocíamos de la Escuela Naval Militar y, a medida que el viaje avanzaba, fuimos vivenciando con el día a día, y rotando por los diferentes cargos, la vida y el trabajo que realiza un oficial de la Armada en un buque”.
“Me permitió entender el porqué de las cosas, por qué existen métodos y procedimientos para algunas maniobras. Todo lo que fuimos aprendiendo en la Escuela tiene un fin y una razón”, dijo respecto a su formación a bordo.
La travesía
El viaje que hoy culminó tiene la particularidad de ser el Viaje de Instrucción N°50, número significativo para la Embajadora de los Mares que se hizo a la mar con los mismos principios de representar al país en el mundo y con la férrea tarea de continuar con su misión de ser buque escuela para los guardiamarinas en comisión, futuros oficiales de la Armada Argentina.
Durante esta travesía, este gran velero, albergó a 92 guardiamarinas de la Escuela Naval Militar pertenecientes a las promociones 150° y 151°, quienes debieron poner en práctica los conocimientos adquiridos con anterioridad en la Escuela, recibiendo a bordo la última etapa de su formación previo a egresar como oficiales.
Aplicaron en el mar los conocimientos teórico-práctico previamente adquiridos para efectuar una navegación costera y astronómica, profundizaron sus conocimientos acerca de la reglamentación vigente en el ámbito naval, tuvieron clases de Derecho Internacional y rotaron por los diferentes cargos, entre otras obligaciones.
La travesía implicó un recorrido de 21.898 millas náuticas, 168 días de navegación y 34 días de permanencia durante su estadía en 11 puertos de 10 países: Fortaleza (Brasil), Santa Lucía (Castries), Santo Domingo (República Dominicana), La Habana (Cuba), Veracruz (México), Baltimore (Estados Unidos de Norteamérica), Dublín (Irlanda), Saint Malo y Toulon (Francia), Cádiz (España) y Río de Janeiro (Brasil).
“El balance que puedo hacer sobre este Viaje de Instrucción es sumamente positivo. Luego de casi cinco meses de navegación, regresar con la misión cumplida a uno lo llena de satisfacción. Ver la evolución que han tenido los Guardiamarinas en Comisión desde la zarpada al día de hoy, donde hemos podido verlos crecer y finalizar su etapa de práctica profesional, es muy gratificante”, señaló el Comandante de la unidad.
“Fue un gran desafío el alistamiento de la unidad a fin de afrontar una doble misión, primero el Velas Latinoamérica y luego el Viaje de Instrucción N° 50. Hoy podemos decir que, a nivel buque, hay una plena satisfacción de haber cumplido con la misión y los objetivos preestablecidos”, concluyó el Teniente de Navío Adrián Esteban Díaz, a cargo de la inspección y adiestramiento de la unidad.