Carolina Lemos, representante de la empresa Rastreador Fournier, brindó una mirada cruda sobre la situación actual del transporte público en Bahía.

Compartió las dificultades financieras que enfrentan las empresas de transporte, subrayando la necesidad de un ajuste en las tarifas. “Hemos realizado un nuevo estudio de costos, como lo hacemos todos los meses”, explicó Lemos. “El último estudio arrojó una tarifa de equilibrio de 1400 pesos, sin subsidios. Lamentablemente, los subsidios nacionales se dejaron de percibir este año, lo que agrava aún más nuestra situación”.

Lemos destacó que los subsidios provinciales se mantuvieron hasta abril, pero al mismo valor que en agosto del año anterior, lo que no ayuda a mitigar el impacto de la inflación. “La situación es crítica”, afirmó. “El último aumento implementado en marzo, llevó la tarifa a 690 pesos por pasajero, más 120 pesos de tarifa de emergencia aportada por la municipalidad. Sin embargo, era insostenible desde el principio“.

La representante de Rastreador Fournier explicó que, además, la tarifa promedio que perciben las empresas es de apenas 315 pesos, debido a los atributos y descuentos que la mayoría de los pasajeros reciben y que se cobran a 60 días. “Es prácticamente imposible sostener el servicio con esta estructura financiera”, lamentó.

Ante la pregunta sobre la posibilidad de solicitar un aumento en la tarifa del pasaje de colectivo, Lemos confirmó que ya están en proceso de hacerlo. “Estamos en conversaciones con el municipio, exponiendo nuestra situación”, dijo. “Pero al final, la decisión recae en ellos. La única fuente de ingresos que tenemos son las tarifas o los subsidios“.

Sobre el impacto en la demanda de pasajeros, Lemos comentó que, a diferencia de otros aumentos, en esta ocasión no se ha observado una reducción significativa en el número de pasajeros. “Los pasajeros se han mantenido por ahora”, concluyó, dejando entrever la incertidumbre sobre el futuro del transporte público en la vecina ciudad.

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