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Aunque todos creían que era una broma por el dia de los inocentes, el 28 de Diciembre, tanto ATE como UPCN, firmaron un acuerdo para que las y los trabajadores afiliados y no afiliados aporten “solidariamente” el 0,5 % de su salario, destinado a iniciativas de capacitación y formación.
El Martes pasado se realizó en el Ministerio de Trabajo y Empleo de la Nación, una reunión de la Comisión Negociadora General, integrada por Ana Castellani, Secretaria de Gestion y Empleo Público, por ATE, Mercedes Cabezas, Secretaria de Organización, Flavio Vergara, director del Departamento de negociación colectiva y por UPCN, Diego Gutiérrez y Alejandra López Atia.
En dicha reunión, las entidades sindicales le propusieron al Estado empleador, la implementación de un Aporte Extraordinario Solidario del 0,5% de la remuneración bruta, mensual, normal, habitual y permanente a partir del 1 de Enero del 2022, por parte de les trabajadores de planta permanente y no permanentes -que están comprendidos en el Convenio Colectivo de Trabajo, para la Administración Pública Nacional. Este aporte incluye a trabajadores afiliados y no afiliados. Aquellas personas afiliadas a algún sindicato con personería no sufrirán descuento extra, sino que se les descontará del aporte que realizan. Por otra parte estos fondos según el acta firmada, serán distribuidos entre las entidades signatarias del Convenio, de conformidad con los porcentajes de afiliación que establecieran en compulsa realizada en 2021.
Una vez más, las conducciones sindicales, “resuelven” a espaldas de los trabajadores. La justificación para esta medida : “Esta herramienta se encuentra vigente desde hace mucho tiempo en la mayoría de los convenios colectivos de trabajo del ámbito privado”. Para las direcciones de ambos sindicatos, tiene cierta lógica implementarlo en el sector estatal, total la estafa ya se ejecuta desde hace tiempo en el sector privado.
La medida aparece incluso, como un reaseguro de ingresos para las conducciones gremiales ante la desafiliación, que en algunos casos aparece como expresión de cierto hastío de muchos trabajadores, tras años de acuerdos paritarios miserables y en minicuotas, cansados de conducciones sindicales rastreras de los gobiernos de turno. La imposición de este “aporte solidario” va de la mano de una política burocrática y antidemocrática, que es tradicional en UPCN pero que se ha ido profundizando también en ATE. Mediante el aporte compulsivo sostienen “la caja” de los sindicatos manteniendo alejados a los trabajadores de toda participación.
Es necesario terminar con estas conducciones burocráticas adictas al poder de turno y recuperar los sindicatos como una herramienta necesaria para enfrentar el ajuste del gobierno y el acuerdo con el FMI que someterá el salario y las condiciones de vida de los estatales durante la próxima década como mínimo. Para ello es necesaria la más amplia y democrática organización de los trabajadores, independiente de los gobiernos y las autoridades, en cada lugar de trabajo, en las calles y en los barrios, tomando las decisiones en plenarios abiertos de afiliados y no afiliados sin distinción de contratación, para terminar con la precarización, las paritarias a la baja y que la crisis no la paguen las y los trabajadores.