Dando cumplimiento a una ordenanza sancionada en el año 2019, desde hace algunos meses el Municipio dejó de comprar y colocar palmas florales para rendir tributo a próceres nacionales y locales. En su reemplazo, se ofrecen árboles que luego son plantados en espacios públicos. Del mismo modo, proceden las distintas instituciones del distrito invitadas a los actos.

Adriana Radjonjopulo, a cargo del área de Protocolo y Ceremonial del Municipio, habló en Radio Rosales explicando los alcances de la normativa y cómo fue su implementación, a partir de la asunción del intendente Rodrigo Aristimuño, pese a que llevaba varios años aprobada por el Concejo Deliberante.

“La ofrenda floral fue un simbolismo que expresa honor y es un homenaje, pero vamos ajironándonos y, llevándolo al lado práctico y económico, es preferible la colocación de árboles que tiene un simbolismo con la vida”, explicó Radjonjopulo.

También contó que pese a que la Ordenanza 3.876 fue sancionada en 2019 – por iniciativa del concejal del GEN Pablo Pujol -, “fue importante” para su implementación “la tormenta de diciembre de 2023, que dejó a la ciudad devastada de árboles”.

La titular del área de Protocolo y Ceremonial también aclaró que si bien “el Municipio y el Concejo Deliberante están obligados a entregar árboles en vez de palmas, las instituciones pueden traer flores igualmente si así lo desean”.

No obstante, “la Ordenanza dice que desde el municipio se invita a las instituciones a entregar árboles, especificando las especies recomendadas”.

Luego, de acuerdo al artículo 2º, “la Subdirección de Planeamiento Urbano junto al Departamento de Paseos Públicos y Forestación del municipio serán los encargados de determinar los lugares y especies adecuadas a plantar en función de la disponibilidad, época del año y ubicación de las mismas”.

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