Profundo pesar en la comunidad rosaleña por el fallecimiento de María del Carmen Aristimuño.

Mujer puntaltense, buena gente, artista musical, docente y empecinada en lograr que toda persona con ganas, pueda interpretar música a través de un instrumento.

Su deceso se produjo en la tarde de hoy, sábado 17 de diciembre. Su exequia será en dependencias de sepelios de la CEPA, de 22:00 hs a 01:00 hs del domingo. Sus restos serán llevados a la necrópolis local a las 09:00 hs de mañana, 18 de diciembre.

Parte de su historia.

Pese a que su último reconocimiento fuera en marzo del 2020, como " Vecina Destacada de Coronel Rosales" por parte del Honorable Concejo Deliberante, sus galardones comenzaron desde muy joven.

Nació en Puerto Belgrano el 10 de junio de 1949 y comenzó su actividad musical en nuestra ciudad con tan solo 5 años de edad, cuando su papá la inscribe en la Academia de música del profesor Alberto Moreno. Así es como, el 10 de marzo de 1954, con un pequeño cuaderno de música, lápiz, goma, nace la artista.

Desde muy temprana edad, comenzó a transitar distintos escenarios de clubes de la ciudad y la zona. A los 13 años formó su primer grupo musical “The Gold Fingers” como directora, acordeonista, guitarrista y organista.

Cursó estudios de acordeón a piano con el profesor Oliva Parcaroli de Bahía Blanca, como así también teoría y armónica con la profesora Ana Burgos de nuestra ciudad y viajó a Buenos Aires para perfeccionarse con el profesor Hugo Ferrarotti y la profesora Grunwald, para luego inscribirse en el Conservatorio nacional Carlos López Buchardo y cursar siete años de piano y tres de órgano.

Se inicia como solista en clubes porteños, peñas, eventos en teatros, en Radio Argentina en el programa “Pentagrama Musical”, Canal 9 con Elio Roca, y en Canal 13 en “La Noche de Andrés” con Andrés Perciavale.

Fue el primer órgano que sonó en la peña Martin Fierro dado que hasta el momento no se usaban en nuestro folklore instrumentos electrónicos.

Fue apodada por el cantante Antonio Tormo como “Pulpita” (en ese momento se presentaba en escena con cuatro teclados) y la anunciaban como Silvana “Pulpita” Drago. Compartió escenario con Floreal Ruiz, Guillermito Fernández, Los Reyes del Compas (ex orquesta de Juan D’Arienzo). En Radio Argentina la anunciaba el animador-locutor Pichi Landi como la orquesta más chica del mundo.

Fue invitada a la fiesta internacional de turismo Cotal que se realizó en aquella oportunidad en Asunción del Paraguay. Allí, comparte escenario con Iva Zanicchi, Violeta Rivas, Roberto Carlos, El Clan Mores, Estela Raval, Feliz de Ipacaraí, Amambay Cardozo Ocampo, Eduardo y Ofelia, entre otros.

Luego, viaja a Alemania contratada para una serie de recitales. Al cumplirlos, le ofrecen ir a Roma para formar parte como tecladista de una orquesta estable que debía acompañar a los coros: Música Sacra, Barroca y Clásica.

A partir de entonces, se radica hasta el año 1986 en Alemania haciendo giras por toda Europa.

El 26 de diciembre viajó al llamado de su madre a su ciudad natal. Comenzaba el año 1987 y decidió no regresar a Europa.

Comienza una vida totalmente diversa. El amor inmensurable hacia su madre y a su hermana discapacitada le brindo las fuerzas, y el valor para comenzar de cero.

Decide comenzar a dar clases en colegios de la zona, particulares a domicilio, amenizar cenas y bailes en la ciudad y en toda la zona siempre soñando en fundar una escuela y una orquesta. Comenzó con ahínco de lunes a lunes con tres y cuatro horas de descanso por día, hasta que el 10 de marzo del año 1990 se abren las puertas en Irigoyen 409 altos de la HOCHSCHULLE MUSIK, con una matrícula de 400 alumnos.

Se dictaban clases de música y danzas. Un sueño estaba cumplido, faltaba el mayor, la orquesta. La misma comienza a sonar en el año 2000 y le llevó diez años para equiparla con los respectivos instrumentos y equipos de sonido.

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