Martín Balza, ex jefe del Ejército, opinó sobre la polémica desatada por las trabas a los ascensos de militares en el Senado. “Tendrían que haber sido aprobados para que ascendieran el 31 de diciembre del año pasado", sentenció en Radio Perfil.

- El senador y ex ministro de Defensa, Julio Martínez, denunció que desaparecieron nueve pliegos de ascenso de oficiales de las Fuerzas Armadas. ¿Cuál es su opinión sobre este tema?

MB: Este hecho lo califico como gravísimo. Toda la información que tengo se basa en mi experiencia como jefe del Estado Mayor y en lo que ha trascendido en la prensa.

Para un ascenso en el Ejército trabajan, en primer lugar, las “juntas de calificaciones”. Allí se toman determinaciones, mediante un análisis exhaustivo del perfil profesional de cada uno de los postulados para ascender.

Luego, esto pasa al jefe del Ejército, que tiene atribuciones para aprobar o rechazar los ascensos. Una vez aprobados, se eleva al Ministerio de Defensa. Después se pasa al Presidente, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Es el Presidente quien lo eleva al Congreso para que, primero en comisiones y luego en el recinto, se aprueben los ascensos.

Acá se han seguido todos esos pasos. En un caso inédito y gravísimo, si lo sucedido ha ocurrido como yo entiendo, acorde a la información que tengo. Nunca vi un caso similar en 48 años de servicio.

Usted está diciendo que se cumplieron todos los pasos para los ascensos, incluso habiendo pasado por la aprobación del ministro Taiana y del presidente Alberto Fernández. Pero cuando llega al Congreso el proyecto, hay nueve nombres que no estaban en la lista.

MB: Correcto. Interpreto que, cuando el Presidente eleva a la comisión, tiene que haber estado la lista completa. Es un documento oficial enviado por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

Estos ascensos que se proponen tendrían que haber sido aprobados para que ascendieran con fecha el 31 de diciembre del año pasado. Eso quiere decir que llevan un año sin aprobarse. Por consiguiente, los ascensos que se tienen que concretar el 31 de diciembre de este año no se pueden elevar hasta que no se aprueben los otros.

¿Usted supone que esta posposición expresa también alguna dificultad para la aprobación de los ascensos?

Creo que tanto las Fuerzas Armadas, como el Presidente y el ministro de Defensa, han procedido de acuerdo a las leyes y lo previsto en la Constitución Nacional.

En el caso del Ejército, por lo trascendido, son cinco los objetados. Uno es un Coronel, hay dos médicas mujeres, y hay un caso por demás curioso, un General de Brigada que, me consta porque lo conozco, es un excelente profesional con las condiciones para ascender, que ya pasó dos veces por el Congreso porque se aprobaron sus ascensos anteriores sin ningún problema.

¿A qué atribuye esta situación? ¿Puede significar esto una especie de rebeldía hacia el Presidente?

Comparto lo que usted dice. Lo que se está afectando, en última instancia, es la investidura presidencial. Esto afecta incluso al estado anímico dentro de las Fuerzas. Ignoro qué elemento de juicio han tenido para frenar estos ascensos.

Si se traba el ascenso, yo lo consideraría una falta de respeto hacia las Fuerzas Armadas. Han recibido muchas veces un gran destrato, pese a que nadie puede dudar que tienen vocación republicana y democrática.

Si esto obedece a una cuestión política, cosa que no descarto, sería un hecho gravísimo.

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