Diego Schulz y Valentín Villalba son amantes de los deportes acuáticos, al ser a noticiados acerca de la presencia de ballenas en las aguas de Monte Hermoso decidieron ir en búsqueda de ellas. Es habitual que estas especies viajen por nuestras costas hacia el sur, a fin de reproducirse y alimentar a sus ballenatos.

Diego, uno de los dos hombres, contó su experiencia al encontrarse con poco más de diez ballenas durante aproximadamente una hora: “Estuvimos compartiendo con las ballenas cerca de una hora. Nunca tuvimos miedo, fueron muchas sensaciones juntas. Hace más de 30 años que vivo en el agua prácticamente. Sin respeto, no hay manera de permanecer tanto tiempo en el agua”, comentó a Radio Rosales.

“Como casi todos los días salimos cargados a buscar las mejores olas y condiciones para meternos. Bajamos con el vehículo y en donde solemos meternos, estaban ahí, a 8 metros de la costa. Decidimos meternos y acercarnos, se nos vinieron y terminamos enredados entre ellas. Vivimos esta experiencia única. Siempre digo, esto es al revés de Madryn, es un avistaje de seres humanos de parte de las ballenas. Contamos entre diez y doce. Nos suele pasar, pero no tan cerca esta experiencia, a mí es la segunda vez que me pasa, en 2019 una me tiró con la cola. La cámara la llevamos siempre, pero ante la incomodidad de llevarla en un casco especial, la utilizamos poco, pero, en esta ocasión dije, ‘vamos a meternos con la cámara para filmar si las encontrábamos’. Fueron 55 minutos con esa interacción, tal cual se ve. Con mucho respeto, ningún movimiento brusco, nada de ir a molestarlas, se iban, venían, levantaban la cabeza. Nosotros estábamos en sap – tabla, donde íbamos parados con remos-. Fue un cortejo en medio de ellas, ellas dictaban lo que iba sucediendo, a los 55 minutos perdieron el interés y se sumergieron y se fueron”.

Como reflexión, Schulz dijo “me sentí chiquito. Fuimos privilegiados por poder interactuar con estos bichos que no tienen igual, fue tremendo el cortejo”.

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