Sebastián Calvo, de 34 años, ahorcó a su ex esposa, Natalí Rodríguez (30) hasta asesinarla y se entregó en la subcomisaría de Oriente.

Calvo cometió el asesinato en una vivienda ubicada en Mitre al 400, en momentos que los dos hijos de la pareja, de 2 y 4 años, se encontraban en la casa.

Luego del crimen llevó a los menores a la casa de su madre. Allí Calvo le dijo a su progenitora que “cometió un error” y se dirigió a la dependencia policial, donde se entregó y quedó detenido.

De inmediato los policías se dirigieron a la vivienda donde constataron el fallecimiento Rodríguez, al tiempo que trasladaron al femicida a otra dependencia policial de la zona por cuestiones de seguridad.

Un contexto donde no hubo violencia de género

Natalí Rodríguez se desempeñaba como kiniesóloga y tenía el consultorio en su propia casa.

Llevaba dos meses separada de Calvo y uno, divorciada. Estuvieron seis años casados, sin que nunca se produjeran situaciones de violencia intrafamiliar.

Voceros policiales confirmaron que el femicida tuvo expresiones señalando que tenía intenciones de suicidarse, afectado por la ruptura matrimonial.

“Ella dijo que su ex pareja no era una persona violenta. Por el contrario, sostuvo poco antes de este lamentable desenlace que era una excelente persona”, acotó la fuente.

“Cuando se presentó en la subcomisaría se mostró totalmente arrepentido, ubicado en tiempo y espacio y sin signos de estar alcoholizado o bajo los efectos de algún estimulante. El personal lo detuvo y nos presentamos en el lugar de los hechos, pudiendo constatar lo sucedido. Hubo intentos por reanimar a la mujer, pero no fue posible. Para ese entonces el mismo autor había llevado a sus hijas a la casa de su mamá”, dijo también el informante.

Calvo era transportista y tenía una despensa que, cuando no la atendía, la dejaba en manos de un allegado.

En el lugar del hecho se secuestró una soga, ante la posibilidad de que este elemento haya sido empleado para ahorcar a Natalí Rodríguez.

Se realizó un relevamiento entre los vecinos que en principio no permitió determinar que se hayan escuchado discusiones previas al asesinato.

Habló el jefe Distrital de Coronel Dorrego

Martín Otero, jefe de la Policía Distrital de Coronel Dorrego -responsable de la subcomisaría de Oriente- habló con “Nunca es tarde” sobre el femicidio que tiene conmocionada a la pequeña localidad marítima.

“Oriente es una localidad chica. Consecuentemente la mayoría de la gente de aquí se conoce entre sí. La razón del traslado del femicida es porque aquí no hay calabozos y en Dorrego tampoco porque están clausurados, por lo que fue trasladado a otra dependencia policial de la región”, indicó.

“Si bien la relación entre ellos era buena, al parecer habían pactado un encuentro para hoy para charlar algo en el domicilio que en su momento fue hogar conyugal. Las nenas estaban presentes pero lo que tenemos entendido es que no se encontraban en el mismo lugar donde se consumó el hecho, que es el sector del lavadero”, puntualizó.

“Lo que se percibe en el ambiente es angustia y bronca. Gracias a Dios entre ambas familias se conocen desde hace tiempo. A la mamá de la chica hubo que atenderla por el shock de la situación”, manifestó el comisario Otero.

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