Una cinematográfica y muy peligrosa persecución policial, que involucró a varias jurisdicciones de la región, terminó el domingo por la noche con la captura de un hombre al que acusan de robar un vehículo.

El incidente comenzó cuando Julio César Schell, de 69 años, denunció que su hijo, Marcos Schell, de 25, violó una orden de restricción para ingresar a su domicilio en Pigüé y sustrajo una Chevrolet D-20 de su propiedad.

La alerta se dio alrededor de las 19, activándose un operativo cerrojo para localizar al rodado. Poco después, el mismo fue avistado en el kilómetro 136 de la Ruta Nacional 33, dirigiéndose hacia Coronel Suárez. Sin embargo, el sospechoso ignoró los controles policiales, dando inicio a una persecución que se extendió por la Ruta 85, continuó por la Ruta 67 y finalizó en dirección a Bahía Blanca.

Durante el seguimiento, los uniformados realizaron disparos intimidatorios con escopetas en un intento por detener el vehículo, pero el conductor no frenó.

Debido a la alta densidad de tránsito en la ruta y sabiendo la identidad del conductor, la fuerza decidió desistir momentáneamente de la persecución para evitar accidentes mayores.

Finalmente, a las 21:30, el vehículo fue interceptado por la policía de Tornquist en la intersección de la Ruta 33 con el acceso Sesquicentenario. La camioneta colisionó con una columna de alumbrado tras impactar previamente contra un patrullero conducido por el sargento Damián Aldaz.

Schell fue detenido en el lugar y trasladado al Hospital Penna para una evaluación médica. El personal que participó en el operativo resultó ileso, según confirmaron fuentes oficiales.

 

 

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