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Este martes inició el juicio del juicio por abusos y promoción de la prostitución de dos niñas en nuestra ciudad por el que están acusados la abuela, el padre, el tío y el padrino de una de las menores. Se realiza bajo la modalidad de Juicio por Jurados. La primera audiencia prevista para el lunes fue suspendida por no haber podido conformar el jurado por recusaciones, mientras que ayer pasaron a un cuarto intermedio por una crisis nerviosa de un testigo.
Las audiencias, que se llevarían a cabo en la sala de audiencias del quinto piso del Palacio de Tribunales en Estomba 34, se encontraron con dos imprevistos que retrasan el proceso, originalmente programado de lunes a viernes.
Primero, no se logró conformar el jurado por distintas recusaciones, lo que llevó a posponer las deliberaciones hasta el martes. Luego, surgió un imprevisto con una testigo. “Se conformó el jurado, se tomó un testimonio y se suspendió la jornada por una crisis nerviosa de una testigo”, comentó un vocero judicial al medio La Brújula.
El juicio busca esclarecer la participación de cuatro personas acusadas de prostituir a dos niñas en Punta Alta. Lo más perturbador del caso es que los acusados son familiares de las víctimas. La jueza técnica, Claudia Fortunatti, y el fiscal Marcelo Romero Jardín, de la UFIJ Nº 14, están a cargo del caso.
Entre 2011 y 2014, la madre procesada, el padre y el padrino de las niñas –de 6 y 9 años– las prostituyeron, organizando encuentros con hombres mayores de edad a cambio de dinero. Para doblegar la resistencia de las menores y asegurar su silencio, les suministraban somníferos o estupefacientes y las amenazaban con matar a otros miembros de su familia.
Además, el padre de las niñas y su hermano están acusados de abusar de la madre de las víctimas, a quien drogaban con somníferos. La abuela, según reveló este medio, utilizaba disfraces para aterrorizar a las niñas antes de las citas con los hombres que las iban a abusar sexualmente.