La imagen corresponde a una nueva visitante a nuestras costas. Fue en el Club Náutico Punta Alta, en Villa del Mar, quienes hace algunas horas contaron con la presencia de una elefanta marina.

Es cada vez más usual la aparición de ejemplares como lobos de mar o elefantas de mar en nuestras costas, con recientes avistajes en Arroyo Pareja y Pehuen Co.
Tanto, que en los últimos días del año pasado tuvo como protagonista a uno de estos mamíferos en los títulos de nuestro diario, al herir en el mar a un hombre que venía nadando en sentido contrario.

Ser un hecho cada vez más recurrente, nos ha llevado a conocer que su presencia durante el verano responde al regreso de animales del sur, hacía nuestras costas, para mudar el pelo, machos a fines de febrero y hembras a fines de diciembre a febrero.

Sin embargo, especialistas aseguran sobre una presencia sumamente mayor y en nuevos sitios, basada en algunas hipótesis. Por un aumento de la población, para el descanso y muda, o que sería producto de un cambio de lugar por la muerte de crías y ejemplares en la Península Valdez, en épocas de gripe aviar.

Más allá de los motivos, que deberán ser estudiados por los especialistas, es evidente que hay mucho para trabajar en cuanto a educación ambiental, comunicación en la comunidad y a través de cartelerías con consignas claras para los turistas.

A manera de ejemplo, las precauciones al momento de hallarlos en la costa: no tocar a los animales; respetar su espacio, se lo puede rodear con elementos; dar aviso a las autoridades; no gritar ni hacer ruidos que puedan asustarlos; no alimentarlos ni tirarles agua; y alejar a las mascotas.

 

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