Una delicada denuncia radicó un vecino tresarroyense de la Comisaría Primera de dicha localidad al asegurar que le faltan 90 mil dólares que había guardado en la caja de seguridad de un banco privado.

Asesorado por un abogado hizo su exposición para abrir una causa penal, lo que dio motivo a la iniciación de una causa, buscándose elementos de prueba que puedan demostrar quién o quienes accedieron a la caja.

El sistema de cajas de seguridad en los bancos prevé que el cliente tiene una llave y el banco otra, por lo tanto cuando necesita abrirla, primero lo hace el empleado de la entidad crediticia, se retira, y luego el usuario hace la operación, la cierra con su llave y viene el agente bancario y hace lo propio con la que él posee.

Las cajas de seguridad tienen un registro de quiénes asisten a operar con las mismas, por lo que queda anotado el movimiento de personas por cada caja. Se apunta el momento de la entrada, la salida y el nombre y apellido del usuario, que puede ser el titular o un tercero debidamente autorizado y aceptado por el banco con anterioridad. Además hay cámaras de seguridad en los bancos, que aún manteniendo el resguardo y el anonimato del momento en que el cliente está frente a su caja, quedan registrados sus movimientos hasta que ingresa a la bóveda.

El caso es investigado con participación de la Fiscalía de turno.

?>