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La ley de tolerancia cero se encamina a ser aprobada en los próximos días, pese a la resistencia de algunas cámaras empresariales y legisladores representantes de las provincias productoras de vino. Por eso, más allá del impacto que el cambio en la legislación podría tener sobre las estadísticas de siniestros viales, al menos desde el punto de vista de la industria resulta interesante analizar qué implicancia económica tendría la prohibición sobre aquellos sectores que piden mantener algún nivel de tolerancia.
Para llegar a una conclusión, es necesario repasar primero qué dice la normativa vigente. La actual Ley de Tránsito 24.449 determina que se puede conducir un auto con hasta 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, lo que equivale a dos copas y media de vino o dos chops de cerveza como máximo. Asimismo, se permiten 0,2 gramos para motocicletas o ciclomotores y 0 gramos para transporte de cargas y de pasajeros. Tolerancia cero.
En tanto, la modificación que se estudia en el Congreso, plantea extender la tolerancia cero a toda clase de vehículos en todo el territorio nacional.
Ahora bien, ¿cómo impactaría esto en las ventas de bebidas alcohólicas? Es difícil de responder, pero está claro que las consecuencias se sentirían principalmente sobre el canal on trade (hoteles, restaurantes y cafés), porque gran parte de los consumidores se movilizan a esos sitios con sus propios vehículos.
De acuerdo a estadísticas publicadas por el Observatorio Vitivinícola Argentino en base a datos de Euromonitor Internacional, el 15% de las ventas de vino en el mercado interno se producen en el canal on trade. Tomando como referencia los valores registrados en 2021, se puede concluir que se consumen en Argentina cerca de 125,7 millones de litros de vino al año en bares, hoteles y restaurantes.
Eso no significa que la tolerancia cero vaya a eliminar el total de esas ventas, pero desde el sector vitivinícola esperan un impacto significativo, de decenas de millones de litros. En este contexto, la provincia más perjudicada sería Mendoza, que es responsable del 80% del vino que se vende en el mercado interno, seguida por San Juan (13,75%).
De igual manera se podría esperar un impacto significativo en resto de bebidas alcohólicas, con la cerveza a la cabeza, producto que duplica el consumo per cápita de vino.
Qué argumenta la industria vitivinícola
Si bien hay consenso generalizado a favor de aplicar la tolerancia cero, la industria vitivinícola se ha mantenido firme en su oposición a la prohibición absoluta.
Nicolas Vicchi, subgerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), se mostró a favor de que la discusión sobre la política pública de seguridad vial, pero planteó que las causas de los accidentes van mucho más allá del consumo de alcohol. “Se discute un solo artículo que modifica la ley de tránsito y baja la tolerancia de 0,5 gramos de alcohol en sangre a cero, pero ya está demostrado que esa no es la solución. Los consumidores que protagonizan incidentes viales acompañados de la fatalidad, tienen en su mayoría más de un gramo de alcohol en sangre, según las estadísticas. Eso demuestra que el problema es la falta de control”, apuntó.
Se mostró de acuerdo Sergio Villanueva, gerente del Fondo Vitivinícola Argentino, quien destacó que en el mundo el debate no se centra en definir si debe aplicar una tolerancia 0 o 0,5 gramos de alcohol en sangre, sino en cómo se bajan los accidentes. “Está demostrado que la solución no es la tolerancia cero, sino el endurecimiento de las penas. Además, se debe focalizar el problema en el negocio de la noche, que tiene que ver con el alcohol”, subrayó.
También el propio gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, se manifestó públicamente en contra de la tolerancia cero. “Lo que se está sancionando es una norma que no va a tener la finalidad que busca. Si miramos las estadísticas, no solo provinciales sino también mundiales, en la franja de menos 0,5 gramos de alcohol en sangre no se producen accidentes de tránsito”, argumentó.
“La ley podría haber contemplado otras cuestiones, como la tolerancia por rango etario. Este tipo de leyes son las que se terminan sancionado porque se cree que es lo políticamente correcto”, agregó el mandatario mendocino.