Personal de la Prefectura Naval Argentina confirmó que la cantidad de cocaína que estaba flotando dentro de bolsos, en la costa rosaleña, suman 170 kilo y no 140, como se había informado inicialmente.

El procedimiento comenzó cuando la autoridad marítima argentina recibió un llamado del patrón de una lancha, quien alertaba que había visto un bulto flotando cuando navegaba a la altura de la boya N° 21 del canal de acceso al puerto de Ingeniero White.

De inmediato, el guardacostas PNA GC-130 “María L. Pendo” y un semirrígido se dirigieron al lugar, consiguiendo hallar el mencionado bulto y otros cuatro de similares características.

Luego, se sumaron al rastrillaje de la zona otro semirrígido y el guardacostas GC-71 “La Plata”, que logró encontrar un sexto paquete.

Tras realizar una inspección cinotécnica con los perros Negra y Chester, entrenados por la Prefectura para detectar estupefacientes, se comprobó que los bultos contenían 150 “panes” de cocaína, con un peso de más de 170 kilos.

Interviene en el caso el Juzgado Federal N° 2 de la vecina ciudad, a cargo de la doctora María Gabriela Marrón y la Fiscalía Federal N° 1 del doctor Rodolfo Javier Murillas, quienes ordenaron el decomiso de la droga, que tiene un valor de más de 211 millones de pesos.

Los 125 panes de cocaína, secuestrados cuando flotaban dentro de bolsos en la ría de Bahía Blanca, tienen un valor en el mercado negro que supera claramente el millón de dólares, confirmó un investigador.

El del jueves se convirtió en el secuestro más importante de cocaína en nuestro ámbito después del caso conocido como "Bobinas Blancas", que hace 5 años permitió el secuestro de casi 1,5 toneladas de cocaína camufladas en rollos de láminas metálicas, incautados en un galpón del Parque Industrial.

"Cada ladrillo de cocaína, de pureza, tiene un valor que ronda los 10 mil dólares", explicó el vocero, con lo cual la carga encontrada a la deriva, a la altura de la Base Naval Puerto Belgrano, sería al menos de unos 1.250.000 dólares.

El personal de la fuerza de seguridad, a esa hora, realizaba rastrillajes para dar con alguna pista del dueño de un semirrígido que el lunes a la noche apareció sin ocupantes, también en la ría pero a la altura de Ingeniero White.

Si bien en principio no se encontró ningún vínculo concreto entre ambos casos, la proximidad temporal y geógrafica de los hallazgos permite sospechar que la lancha abandonada y los bolsos con cocaína pueden tener relación.

La embarcación fue adquirida hace unos meses, en San Antonio Oeste, por Aureliano Villalba Cabrera, un paraguayo nacionalizado argentino de quien no se tienen novedades hasta el momento. Se ubicó a su padre en Florencio Varela pero dijo que no tenía contacto con su hijo desde hacía más de 10 años.

"Otra posibilidad que no podemos descartar es que otra embarcación se haya desprendido de los bolsos, al advertir el rastrillaje de la Prefectura por la lancha, pero es solo una hipótesis", dijo otra fuente.

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