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Con una dirigencia política que no reacciona, ni acompaña en la toma de decisiones para terminar con la problemática, sigue el operativo de desmantelamiento, robo y daño en el interior del cementerio.
Cientos de personas esperan respuestas a la violación de la intimidad familiar que viene ocurriendo desde hace tiempo en los nichos, tumbas y bóvedas de la necrópolis local.
En un hecho que carece de novedoso, ya que hay antecedentes de otros tiempos, en la actualidad viene dándose desde una medida con retención de servicio del personal del cementerio hace mas de dos meses.
La obscenidad de mirar para otro lado ante familias que encuentran roturas, robo de placas, malezas, falta de agua, y vidrios rotos, genera impotencia.
Capítulo aparte para quienes, aún pasado tanto tiempo, tienen a sus familiares fallecidos en el depósito de la dependencia, en algunos casos esperando para poder realizar el servicio de cremación.
Imágenes como las publicadas en este video son una constante desde hace meses, tiempo en el que nadie le responde a los actuales y futuros damnificados.
Hasta aquí, las reformas edilicias iniciadas, con la consecuente libertad de acceso al lugar, y la campaña política de cara a las próximas elecciones, parecen ser las razones de la falta de unidad de toda la clase política para aunar criterio en pos de una solución.