Al rechazar la excarcelación de “Harry”, preso por el robo con final trágico, confirmaron su conducta desaprensiva. Siguen los delitos en la zona rural.

Ya pasaron más de dos meses de la tragedia que sacudió a Bahía en medio de un robo de cables, pero la causa tiene más cosas para decir.

Por un lado está vigente la investigación, que lleva adelante el fiscal Gustavo Zorzano y que tendría en la mira a más personas y, por otro, la ratificación judicial de los roles de quienes ya están procesados, con algunas confirmaciones que son escalofriantes.

Este es el caso de Ángel Daniel Gallardo, sindicado como el cabecilla de la organización que vio frustradas sus intenciones delictivas en un campo de la ruta nacional 33, cuando intentaron robar cables de alta tensión que estaban activos y 4 de ellos fallecieron, mientras que otro joven resultó herido.

La Cámara Penal de Bahía Blanca no solo acaba de rechazar la excarcelación de "Harry", como se lo conoce, sino que ratificó que su conducta fue absolutamente desaprensiva, cuando entre las víctimas estaba, nada menos, que su hijo de apenas 25 años.

De esa manera se ratificó la decisión de la jueza de Garantías N° 1, María Mercedes Rico, quien había ordenado mantener a Gallardo en prisión, al menos hasta el juicio.

Su defensor, Maximiliano De Mira, pretendía su libertad al considerar que son "enteramente falsas" las circunstancias alegadas sobre las que se fundamentó el rechazo, en cuanto al rol de Gallardo y que actuó bajo amparo policial.

Dijo que no se probó su presencia en el lugar de los hechos (fue aprehendido en su casa), con lo cual "es absurdo pensar que lideraba una organización y/o reclutaba gente para el robo que se le imputa".

También dijo De Mira que en el hospital Municipal, al momento del secuestro del handy policial del subcomisario Martín Ñancucheo (otro detenido por el caso), quienes estaban en el lugar eran el policía y Bruno Uribe

Por último, la defensa argumentó que no hay base objetiva para pensar que Gallardo se fugue, porque la pena mínima del delito que le imputan es de 2 años y medio de prisión (podría ser en suspenso) y no cuenta con condenas ni procesos judiciales pendientes.

A su vez, dijo que está por cumplir 64 años y que tiene domicilio fijo y actividad laboral.
“Disvalioso”

Los camaristas Pedro Morán y Gustavo Barbieri, de la Sala I, rechazaron la apelación de la defensa y confirmaron que "Harry" seguirá preso.

No solo admitieron el reproche penal sino también, en cierta forma, el cuestionamiento a su conducta personal, de casi dejar “abandonados” a los heridos -luego fallecidos-, como su hijo Fernando Adrián Gallardo.

En ese sentido, remarcaron que el comportamiento de Gallardo padre fue “disvalioso”.

A criterio de la Cámara -y en respaldo a lo que dijo la jueza de Garantías- existen pruebas suficientes para creer que la noche del 6 de mayo, a partir de las 21, un grupo encabezado por "Harry" Gallardo se dirigió hacia el kilómetro 45,5 de la ruta 33 para robar el cobre de cables de alta tensión de una línea de 33.000 KV que suponían -erróneamente- que estaba desactivada.

Para incriminar a Gallardo, entre otros elementos, tuvieron en cuenta el testimonio de Bruno Uribe.

Dijo que aquel día recibió un llamado del mismo que le manifestaba: "Tengo una línea de cobre para hacer" y lo consultó si "los chicos" querían ir, en referencia a Facundo Uribe, Federico Strick y Joaquín Acosta (los otros tres fallecidos).

El testigo confirmó que Gallardo padre era chofer, trasladaba al grupo y era quien elegía el lugar, aunque no participaba de la maniobra y, una vez concluida, recibía una llamada para ir a buscarlos.

En esa misma línea declaró -aunque a modo de indagatoria- Jonathan Gutiérrez, quien dijo haber participado creyendo que se trataba de "una changa" legal, porque estaba en presencia de un subcomisario.

"Se puede advertir sin mayor esfuerzo el papel que desempeñaba Ángel Gallardo. Revistió el rol de organizador y/o jefe. Al tener conocimiento de una posible línea de media tensión sin conexión eléctrica planificó la sustracción, reclutando a las personas que concurrirían a sustraer los cables, les impartió las directivas que debían seguir a fin de llevar a cabo la tarea asignada y los trasladó en su vehículo particular. Todo ello amparado con la participación activa de un funcionario publico de la policía provincial y con bienes de la institución", sostuvo la Cámara.

Por otra parte, en el domicilio de Gallardo se secuestraron varios rollos de cable negro y otros de aluminio, así como un tambor que en su interior contenía más material, lo cual "denotaría, en principio, que esta maniobra delictiva no era la primera vez que se desplegaba".
“Evitó cualquier riesgo”

La Justicia también remarcó, a partir de los dichos de Gutiérrez y otras pruebas, que Gallardo "evitó correr cualquier riesgo", ya que "no participaba de la manipulación de los cables" y contaba "con la participación del funcionario policial que vigilaba la zona".

Y remarcó que "no quiso prestar colaboración a los 'chicos' luego de la descarga eléctrica".

Gutiérrez dio cuenta de la extrema frialdad de Gallardo: "Al tomar conocimiento de los sucedido, se acercó y le tocó el cuello a su hijo Fernando y dijo 'ya están listos'".

Agregó que no quería cargar a las víctimas en la camioneta para trasladarlas al hospital y que "solo quería irse porque decía que 'iban a caer en cana'".

Los jueces hicieron foco en este tipo de frases, de absoluta insensibilidad, para marcar cuál era el rol y el objetivo de "Harry" Gallardo.
A todo esto hay que agregar que, al ampliar su indagatoria, Gallardo padre se puso en un rol secundario y dijo que las órdenes las daba su hijo Fernando.

Además de Gallardo y Ñancucheo (ambos presos), están imputados, pero libres, Jonathan Gutiérrez, Emanuel Chamorro Sepúlveda (herido) y Ricardo "Chicha" Gómez.
Más daños e intentos de robo

Preocupación. Pese a la magnitud de la tragedia sucedida en mayo último, los delitos relacionados con el robo de cables en la zona rural de Bahía Blanca y Tornquist continúan vigentes, según confirmaron fuentes policiales.

Destrozos. Hace algunos días, por caso, se descubrió una importante cantidad de alambres del interior de campos cortados, desde el kilómetro 24 al 40 de la ruta 33 (a corta distancia de donde se produjo el golpe de electrocución) y también hallaron mochilas con sierras y otras herramientas.

Peligro. Este accionar no solo provoca destrozos sino también genera peligros latentes, porque no solo se mezcla la hacienda de los productores sino que algunos animales salen de su ámbito y puede provocar un incidente vial.

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