WHATSAPP: 2932 515397

INTERÉS GENERAL | NOTICIA FECHA: 25/06/2022
ENTREVISTA

De qué hablamos y qué tenemos que saber sobre el Bullying

De qué hablamos y qué tenemos que saber sobre el Bullying

En los últimos años se volvió muy popular un término que define una problemática que escuchamos a diario en medios de comunicación, o leemos en la web o redes sociales pero que muy poco sabemos del tema o a qué nos queremos referir cuando hablamos de “Bullying”.

Ante esa inquietud, desde El Rosalenio proponemos abordar el tema junto a la Licenciada en Educación, Maru Duberti -Directora pedagógica del Centro Andamios-.
La profesional detalló que “además de esas referencias, muchas situaciones de Bullying lo vemos en las películas, lo charlamos entre padres, madres y maestros, pero, ¿ sabemos a qué nos referimos realmente cuando hablamos de bullying?, ¿a qué tipo de maltrato se refiere, o ¿si hay formas de prevenirlo?, por ello trata poder conversar de estas problemáticas comunes y difíciles, de acuerdo a edades y ámbitos”.


ER: ¿Cuándo hablamos de bullying?

MD: El bullying o también llamado acoso escolar, es un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresión física de uno o varios niños hacia otro, que se convierte en blanco de humillación y reiteradas agresiones. Esto sucede en un entorno que puede ser virtual (ciberbullying) o físico (el aula, el patio, el club, la casa).
Para que haya bullying tiene que existir la presencia de espectadores que avalan la agresión con complicidad, bajo amenaza o miedo de ser el próximo en recibir las agresiones, creándose un pacto de silencio.

ER: Entonces, ¿se genera entre pares?

MD: El bullying se da entre pares en edad escolar. Una relación que debería ser de igual a igual, comienza a estructurarse jerárquicamente, determinando una posición de inferioridad y otra de superioridad.

ER: ¿Hay un único responsable?
Además de alguien que lidera el hostigamiento y alguien que es el blanco del acoso, en una situación de bullying es fundamental la presencia de un público testigo que apruebe el maltrato activa o pasivamente. Para estos espectadores es más simple dejarse llevar por lo que hace una mayoría, seguir la corriente de las situaciones de acoso. Pero si alguien se propone intervenir, hablar sobre su desacuerdo, mencionar que está mal hacer sufrir al otro y asistir a quien es agredido, hay muchas posibilidades de que sea de ayuda para finalizar las prácticas hostigadoras.

ER: ¿Esta conducta es o se reitera en el tiempo?

MD: Hablamos de bullying cuando el hostigamiento es sostenido, reiterado y siempre dirigido a la misma persona que, generalmente, comienza a manifestar una seria caída de su autoestima.

ER: ¿Se da lejos de la mirada adulta?

MD: Este tipo de agresiones se dan generalmente lejos de la mirada adulta. Pero la ausencia del adulto no requiere necesariamente de la falta de presencia física, es necesario mirar más allá de las agresiones directas. Señales que pueden detectar los padres, madres o personas a cargo en quien es hostigado son: cambios de humor, retraimiento, llanto inmotivado, irritabilidad, trastornos del sueño (insomnio, pesadillas, quieren dormir más que antes) o incluso alguna manifestación somática como dolor abdominal, dolor de cabeza, alergias, fiebre o síndrome del domingo a la tarde (no quieren ir al colegio y se enferman).
Por otro lado manifestaciones que se pueden ver en la escuela son: cambios abruptos en el rendimiento académico, no querer formar grupos de trabajo, no querer pasar al pizarrón o participar en clase en voz alta, pedir ir al baño constantemente o faltar a clases, que corporalmente se los vea “achicados” cuando se sientan, como si no estuvieran. Por eso es importante que no pasen desapercibidos.

ER: ¿Cuándo NO es bullying?

MD: No todo lo que duele es bullying. Hay muchas acciones y actitudes que pueden ser difíciles de manejar, pero que no significan que hay una situación de hostigamiento. Como tener un grupo de mejores amigos, hacer juntadas entre algunos o algunas, pelearse, enojarse por los resultados de un partido o juego, ponerse apodos entre todos, dañar a alguien sin querer y pedir disculpas, no querer ser amigo/a de alguien o no aceptarlo en redes sociales, no sentir afinidad por determinada niña o niño entre otras situaciones cotidianas.

ER: ¿Cuál es la importancia de trabajar en la intención de las conductas y así diferenciar una broma, chiste o detectar el hostigamiento?

Debemos separar lo que son bromas y chistes, que intentan generar risa o diversión en todos aquellos que participan, de lo que son burlas que discriminan, ridiculizan y exponen, mostrando el defecto, la comparación o la falta.

ER: El límite de un chiste, ¿es el sufrimiento de la otra persona?

Cuando cargadas, bromas y burlas comienzan a generar conflicto y sufrimiento, es hora de considerar la situación y abordar el tema con seriedad. El límite es siempre uno y es muy claro: si alguien sufre, no es gracioso. Esto que el otro siente es transmitido por los gestos, uno de sufrimiento debería ser suficiente para detener una acción dañina. Es una cuestión de enseñar a poner la mirada en el otro, desarrollar la empatía y a relacionarse desde el amor.

ER: La mejor manera de evitar el Bullying, es prevenirlo


MD: Sí, de todas maneras, maestros, padres y madres deben estar preparados para reconocer que en los vínculos entre chicos y chicas existe la posibilidad de que haya hostigamientos. Realizar acciones en el aula para desarrollar una ‘EDUCACION EMOCIONAL’ donde la empatía, el conocimiento del otro, el manejo de emociones e impulsos, la comunicación asertiva y la expresión de ideas y sentimientos, y la escucha son imprescindibles.
Es responsabilidad del que está al frente en el aula generar un grupo en el que se pueda hablar, compartir y sobre todo que tenga los sentidos abiertos para percibir e intervenir a la primera agresión.

ER: ¿Cuál es el rol del adulto; y de los pares?

MD: Desde el rol de los adultos no podemos asegurarnos que ningún niño/a o adolescente no sufra, pero sí está en nuestras manos facilitar las condiciones para que el aula sea un espacio de respeto y escucha, en donde todos y todas se sientan igual de valorados e importantes. Debemos generar entornos de confianza. La prevención es responsabilidad de toda la comunidad escolar.

LEY CONTRA EL ACOSO

La Provincia de Buenos Aires cuenta con una ley contra el acoso y el hostigamiento en la escuela, la Ley N°14.750. La misma establece que todas las escuelas de la provincia de Buenos Aires -tanto públicas como privadas- tendrán que tener "acuerdos de convivencia" para combatir el acoso escolar o bullying, la discriminación y la violencia, además de habilitar una línea y una página web para recibir denuncias.

Por último, desde los pares es imprescindible que no se callen si están viendo una situación de hostigamiento: el silencio le da más fuerza al hostigador. Pueden acercarse al compañero que sufre de bullying para brindarle su apoyo, aunque sea con unas simples palabras, para que no se sienta solo.

?>

© 2006 - 2024 DESARROLLADO POR DATTAWEB24.COM.AR - PUNTA ALTA
SE PERMITE LA UTILIZACIÓN TOTAL O PARCIAL DE LOS ARTÍCULOS SÓLO CITANDO LA FUENTE
EMAIL: elrosalenio@elrosalenio.com.ar