Política | Policiales | Deportes | Interés | Gremiales | Sociales | Culturales | Educación | Whatsapp | Nacionales | El Mundo | Regionales | Religión | Economía | Salud | Edictos | Clima | Feriados 2024 | Diarios Nacionales | Videos
“La calle está muy tranquila, la venta está planchada”. Pese a que mes a mes la inflación camina hacia la baja, el consumo de carne vacuna en el mercado interno no repunta. Bolsillos flacos y un marzo donde la poca plata que ingresa en los hogares tiene generalmente otros destinos, por ejemplo, gastos extras por el comienzo de clases serían algunas de las causas. En rigor, “se vende menos carne que antes”, dijeron en el sector.
El dato es elocuente: el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), mostró que febrero pasado tuvo un fuerte descenso interanual del 9,3% en el consumo de carne vacuna. El estudio reveló que en febrero de 2023 el consumo fue de 49,2 kilos por habitante y el mes pasado cayó a 44,6 kilos por habitante. En tanto, el primer bimestre de 2024 el consumo aparente de carne vacuna habría sido equivalente a 349.100 toneladas res con hueso y habría experimentado una contracción de 8,2% interanual.
Si se hace una cronología de lo que ocurrió con el producto, en un principio, las carnicerías buscaron que su mercadería acompañara un poco la fuerte inflación de los dos primeros meses del año. Sus costos se aceleran a un ritmo importante y no querían tener pérdidas. Pero enseguida debieron retroceder porque el consumidor no convalidó el incremento.
“Ya empezamos a regular porque la carne no se vende. La calle está muy tranquila, la venta está planchada. Si aumentamos los precios, no podemos vender, lo sabemos. En relación a lo que se vendía antes, se vende menos carne ahora. Vamos a ver si se estabiliza la economía y empieza a traccionar el consumo”, dijo Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya).
Según Ciccra, en tanto, si se considera el promedio de los últimos doce meses, tomando febrero el consumo fue de 51,7 kilos por habitante y año. “Esto tiene que ver con los primeros meses del año pasado, donde el consumo aumentó porque el precio de la carne no varió y el precio del novillo en el MAG [Mercado Agroganadero de Cañuelas] aumentó un 10%. Si bien no se observa una caída tan fuerte en el consumo, probablemente esto empezará a notarse después de marzo. Por cierto no habrá ninguna explosión ni en el precio ni en la falta de hacienda”, dijo Miguel Schiariti, titular de Ciccra.
Otra de las causas que ven los matarifes es que la carne de cerdo tomó mucha relevancia para el consumo porque está más barata y eso hace que se convierta en una alternativa cierta y palpable para el público en el mostrador.
Al respecto, el último informe del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) explicó: “Los precios de los distintos cortes de carne vacuna han registrado una variación del 4,2% en febrero 2024 con respecto al mes anterior. El valor del pollo fresco mostró una variación del 5,4% en el mismo periodo con respecto a enero de este año. Y el precio del pechito de cerdo tuvo una caída del 2,2% con relación al mes anterior”.