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"En esta especial fogata de la celebración de San Pedro y San Pablo, se quema el hombre viejo. El fuego que purifica es signo también signo de la pasión y del amor del que surgirá el hombre nuevo, alumbrando así a la justicia y la belleza, señal de la presencia de Dios", así lo expresó en el momento previo al encendido de la fogata el padre Diego Kessler, momento culminante de la festividad patronal de San Pablo.
Más de un centenar de feligreses y vecinos acompañaron esta tradicional cita de cada 29 de junio en la Plaza del Sol del Barrio Centenario, a pesar de la baja temperatura reinante. Acompañó este punto de la celebración desde lo musical la Banda de Música de la Escuela de Suboficiales de la Armada, dirigida por el maestro de música, suboficial Alberto Rivero.
Para los cristianos, el 29 de junio es la fiesta de San Pedro y San Pablo, el primer Papa y el gran Apóstol de los Gentiles. Según la tradición, ambos fueron ejecutados alrededor del año 67, por orden de Nerón. Pedro fue crucificado cabeza abajo según su deseo, por considerarse indigno morir como su maestro. Pablo fue conducido a Ostia, y allí fue decapitado.
Ahora bien, en la religiosidad popular, los elementos de la naturaleza (el agua, el árbol, las flores, el fuego), son signos de otra realidad trascendente e inefable. El simbolismo del fuego –concretamente- tiene siempre un trasfondo religioso: expía el demonismo de las brujas, ahuyenta los malos espíritus, conmemora acontecimientos sagrados.
Esa reverencia instintiva hacia los acontecimientos de la naturaleza, propia de la religiosidad humana, ha inspirado los rituales de cambio de estación, en los solsticios y en los equinoccios.
Así, al comienzo del invierno del hemisferio norte, se hacían desde la antigüedad fuegos nocturnos para intentar devolver su fuerza a un sol que día a día se mostraba más débil. Ahora bien, los cultos populares son propicios para el sincretismo. Por otra parte, el cristianismo dentro de su conmemoración anual de acontecimientos religiosos y salvíficos, integra también elementos populares y ritos de naturaleza cósmica.