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La Pastoral Juvenil de Punta Alta llevó a cabo ayer, en coincidencia con la celebración del Buen Pastor, una actividad de misión en la localidad de Villa del Mar, de la que participaron más de 300 jóvenes de todas las comunidades de la ciudad.
Como es habitual en esta acción evangélica, los jovenes recorrieron casa por casa los domicilios de la villa marítima en un gesto misionero que tiene como objetivo el testimonio y valor del encuentro con los vecinos.
Luego de la recorrida en el predio contiguo a la capilla Estrella del Mar, el padre Diego Kessler celebró la misa en un escenario particular al aire libre y flanqueado por el Cristo del Mar, ícono de la comunidad de Villa del Mar.
"En una jornada tan amena en lo clímatico ustedes fueron a visitar a los vecinos del lugar. Seguramente tocaron timbre o golpearon las manos para salir al encuentro. Quizá con respeto dieron ese "Buenas tardes, como le va" o "Que tengas una buena tarde"; y solo ese gesto es de gran valor. ¿Cuántas personas ni tan siquiera tienen ese saludo como deseo o cuántos solo tendrán a ese gesto como amable en toda la jornada?, y lo hicieron ustedes".
"Por eso hay que tener en cuenta las recomendaciones de su Santidad el Papa Francisco, hay que salir al encuentro para poder escuchar; discernir para obrar a cada momento como buen cristiano y saber el valor del bien y por último vivir llevando a todos los ambientes el testimonio de que una vida plena en valores puede ser vivida", concluyó¡