JUEVES 25 DE ABRIL DE 2024

Tras una semana en la que el debate sobre la adhesión a la Ley de Responsabilidad Fiscal de los municipios se ubicó en el centro de atención de la agenda pública, el intendente municipal, Mariano Uset, reflexiona en diálogo con El Rosalenio respectos a los alcances de la norma, de la necesidad de recuperar previsibilidad fiscal en el medio plazo y por sobre todo la visión de política de estado más allá de gestiones o colores políticos.

Adelanta que el tratamiento en Concejo Deliberante no será "un tema de posturas ideológicas, sino de pensar o no en la sustentabilidad de los municipios (...) y de poner un techo para que con el bolsillo de los bonaerenses de municipios ordenados, no sigamos pagando la fiesta de los municipios que no llegan a fin de año".

 

¿Porqué la Ley de Responsabilidad Fiscal ha generado tanta polémica en el distrito?

Escuché demasiadas voces y algunos mitos. Primero quisiera poner marco o antecedente a lo que estamos discutiendo. El pacto Fiscal originalmente fue la discusión que permitió a la Provincia de Buenos Aires, recuperar $105 mil millones en compensación por el prácticamente eliminado Fondo del Conurbano Bonaerense, 40 millones en 2018 y 65 millones en 2019.

Sancionada la Ley Nacional 27428 “RÉGIMEN FEDERAL DE RESPONSABILIDAD FISCAL Y BUENAS PRÁCTICAS DE GOBIERNO” que modificó la existente Ley N° 25.917 del vigente “REGIMEN FEDERAL DE RESPONSABILIDAD FISCAL”, la provincia de Buenos Aires y el resto de las provincias del país (con excepción de San Luis) adhirieron a esta Ley.

Tal adhesión en Diputados y Senadores con votos de cambiemos, del massismo y del peronismo que responden a los intendentes, permitió que antes de fin de año, ya se haya aprobado la Ley de adhesión al Pacto Fiscal por parte de la Provincia.

La Ley contempla el compromiso de los gobernadores para reducir impuestos distorsivos, y mantener un gasto relativamente constante en los próximos años, controlando además los niveles de deuda.

Tal vez esto es lo que nos está costando entender a los Argentinos, que la diferencia entre lo que ingresa y lo que se gasta, no puede ser siempre negativa. Y si hay provincias, o en este caso municipios más irresponsables que otros, deben ser auxiliados económicamente y en definitiva esto resulta un castigo a los más responsables.

La carga impositiva en la Provincia (origen de los recursos) y el gasto (destino de los recursos) es muy heterogéneo en los municipios de la provincia. A la vez tenemos que entender que cuando uno gasta más de lo que tiene, la diferencia se la “debe” a alguien, es decir: se transforma en deuda. Hay datos muy concretos que se encuentran publicados en “datos abiertos de la provincia”, siendo los más impactantes respecto de ingresos, gastos y deuda los siguientes:

- Porcentaje de fondos provinciales en los presupuestos de los municipios: En algunos casos representan un escaso 5% del presupuesto y en otros, representa entre el 80% y el 90%. En Rosales nos encontramos en un punto intermedio. Tuvimos un 47% de recursos provinciales en ese comparativo.
- Gasto por habitante: Con un promedio de 12.000$ de gasto promedio por habitantes, pero los desvíos oscilan entre municipios que gastan 37.000$ por habitante a 3.000$, siendo el caso de Rosales de 7.200$ por habitante en el año comparado.
- Deuda respectos de los Recursos propios del Municipio: En promedio los municipio deben un 10% de sus recursos, pero en uno de los extremos tenemos uno que debe el 130% y otros por debajo del 1%. En Rosales estábamos en menos del 2% en 2016 y seguimos en baja.

Con tanta diferencia entre realidades Municipales, ¿cual sería el objetivo de pactar?

La adhesión al “Pacto fiscal”, es una adhesión voluntaria que se propone a los municipios para bajar la altísima diferencia y heterogeneidad, que hay entre municipios respecto del ingreso, el gasto y la deuda. Si me preguntas por Rosales, estamos bien, mi mayor interés es que todos los municipios adhieran, para que dejemos de salir perdiendo y todos nos ordenemos. Por eso, también tenemos que formalizar nuestro compromiso en las cuatro metas que no propone el pacto:

- Un gasto fiscal que no aumente por encima de la inflación. Tal como venimos pidiendo los ciudadanos desde hace décadas, el bolsillo de los contribuyentes no resiste más un Estado que crece infinitamente, tiene que tener necesariamente un techo asociado a otros crecimientos concretos. Estas mismas voces hemos escuchado tantas veces en el Honorable Concejo Deliberante local, en reclamo a incrementos de gastos del Ejecutivo Municipal. Entonces acá hay una respuesta concreta para garantizar, no solo por hoy, sino hacia el futuro que el gasto municipal no podrá ser desproporcionado a la realidad económica que viven todos los vecinos.

- Crecimiento de la planta municipal también ajustado a otras variables de crecimiento. Tampoco podemos hacer crecer infinitamente la estructura del Recurso Humano municipal, pero si hacerlo en la medida que crezca la población o que el municipio asuma nuevas tareas que demandan nuevos trabajadores. En este sentido entendemos la preocupación de los sindicatos, pero este compromiso y teniendo una muy razonable relación entre empleados y población, esto no significa despidos, ni sobre exigir a los trabajadores que hoy cumplen con su labor. Esto no solo lo planteamos desde el discurso, sino que nos ofrecemos a suscribir un acuerdo explicito en tal sentido.

Somos coherente con la importancia que tienen los trabajadores para esta gestión, y es precisamente la racionalización y el acuerdo en cumplimiento de las obligaciones de los trabajadores, las que nos ha permitido realizar grandes avances en materia de reconocimiento de derechos, como fue la firma del Convenio Colectivo, el ingreso a planta de 60 trabajadores contratados por año, y el reconocimiento de suplementos a quienes todavía sieguen en esa situación equiparando la situación entre uno y otros que realizan similar tarea.

- Respecto del endeudamiento, no se nos pide no endeudarnos. En el endeudamiento es una herramienta muy útil cuando hay que asumir el costo de inversiones que nos benefician a nosotros y a generaciones futuras. Por eso es que se desanima el endeudamiento para cubrir gastos corrientes, y se pide que no supere determinados porcentajes, que están muy por encima de los que corresponden a nuestra Administración.

- Parte del legado, se nos pide el compromiso de dejar administraciones ordenadas a los sucesores, limitándonos a tomar compromisos con terceros en los últimos 6 meses, para no comprometer la gestión un nuevo gobierno que sucederá con la normal alternancia democrática. ¿Quién puede estar en contrario con esta sugerencia? Solamente un gobierno de turno, pero cualquier fuerza política que tenga la expectativa que pueda asumir en un futuro la responsabilidad de conducir los destinos del distrito, tiene una herramienta para no recibir sorpresas al momento de iniciar la gestión y tener que cumplir los compromisos asumidos por el gobierno saliente.

Entonces, ¿Cuál es el costo de pactar?

Insisto, que esta adhesión no es ni más ni menos que ponerle un marco normativo a algo que la comuna realiza históricamente. Somos un municipio financieramente ordenado, que recibe menos recursos que el promedio de la provincia y que debería recibir mucho mas, que tienen un gasto por habitante por debajo de la media y muy lejos de los municipios que más gastan, que paga las cuentas a sus proveedores y sueldos a término, y que los balances equilibrados nos permite no endeudarnos para cubrir gastos corrientes.

En esta gestión y en las anteriores, Rosales fue y es un municipio ordenado. Planteamos un llamado de atención sobre los municipios que en el mes de diciembre de 2016 y 2017 pedían auxilio al gobierno bonaerense para pagar los aguinaldos. Fueron sumas muy importantes que puso el Estado bonaerense con los fondos que, de alguna manera, deberían haber ido de manera pareja a otras comunas, incluida la nuestra.

¿Y dónde radica la discusión ideológica de la adhesión o no?

Esto no es un tema de posturas ideológicas, sino de pensar o no en la sustentabilidad de los municipios. En poner un techo para que con el bolsillo de los bonaerenses de municipios ordenados, no sigamos pagando la fiesta de los municipios que no llegan a fin de año.

Un mapa de la adhesión al momento, nos da una prueba concreta de ello. Ya se está llegando a 100 de los 135 municipios que están adhiriendo.

En el caso de la sexta sección, adhirieron todos los colores políticos, siendo solo 5 de 22 los municipios los que no adhieren hasta el momento.

Todos los municipios de extracción Vecinalista de la Provincia adhirieron al pacto fiscal pensando en sus vecinos, Tres Arroyos es el único Vecinalista que no firmó por ahora.
Casi el 50% de los municipios gobernados por el Frente Renovador también se sumaron a este compromiso de administración sustentable de sus distritos.

También adhirieron al pacto 19 gobiernos municipales representados por Unidad Ciudadana/PJ, versus 33 que no lo han hecho todavía. Entre los que no adhieren todavía y seguramente no lo harán, se encuentran los emblemáticos distritos de La Matanza con la Intendente Verónica Magario a la cabeza, Zabaleta en Hurlingam, Cascallares en Brown, Descalzo en Ituzaingó, Menendez en Merlo, Pereyra en Florencio Varela, Ferraresi en Avellaneda, Secco en Ensenada, Gray en Esteban Echeverria y Martin Insaurralde en Lomas de Zamora.

Salvo estos últimos casos, que han dejado bien claro el tipo de oposición que le plantean a la gobernadora, en general los números nos muestras que las mayorías de los dirigentes han sabido comprender la necesidad de este acuerdo con la Provincia que nos brinda respecto de la tan declamada Responsabilidad Fiscal que la ciudadanía exige. No dudo que la dirigencia local obrará en ese sentido y pronto tendremos esta ordenanza aprobada para retomar el dialogo que teniamos con la provincia y continuar trabajando para el crecimiento del distrito.

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