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Una jornada muy especial vivió el último viernes Monseñor Carlos Azpiroz Costa, arzobispo de la Arquidiócesis de Bahía Blanca, ya que en la celebración del Día del Papa, recibió de manos del Santo Padre, Francisco I, el palio arquidiocesano atributo de su jerarquía y símbolo de Buen Pastor.
La ceremonia llevada a cabo en El Vaticano forma parte de los ritos vinculados con la festividad de los Apósteles San Pedro y San Pablo.
“El palio arzobispal es, junto con la mitra y el báculo, otro ornamento que poseen los arzobispos”, se explicó.
“Implica una gran responsabilidad del pastor respecto de su rebaño”, se subrayó, luego de que Francisco entregara el palio a 27 arzobispos metropolitanos de 17 países, entre ellos, cinco argentinos.
Además de Carlos Azpiroz Costa, estuvieron presentes Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, Marcelo Daniel Colombo, de Mendoza; Sergio Fenoy, de Santa Fe y Carlos Alberto Sánchez, de Tucumán.
Durante un rito especial, Francisco bendijo la prenda eclesiástica, que por la mañana había sido colocada sobre la tumba de San Pedro.
El palio es una prenda confeccionada con una banda de lana de unos seis centímetros de ancho y de forma circular, el palio se sitúa sobre los hombros del prelado. Esa lana es tomada de dos corderos de pocos meses de vida que se crían en el monasterio Tre Fontane, donde fue martirizado San Pablo. El simbolismo más fuerte es el del “buen pastor” que lleva en hombros a la oveja.